La consolidación de unos buenos hábitos alimentarios ha de hacerse desde el primer momento en el que un niño/a se lleva un alimento a la boca.
Por eso y porque me encantan los niños, decidí especializarme en nutrición infantil.
La etapa infantil es clave en la adquisición de hábitos saludables. Es mucho más fácil adquirirlos desde el primer momento, que tener que cambiarlos cuando ya están consolidados. Desde que el niño empieza con la alimentación complementaria a la lactancia materna o artificial, únicamente debería tener a su disposición alimentos saludables. Además, es muy importante que las personas que están a su alrededor consuman este tipo de alimentos porque los niños actúan imitando lo que ven.
Por tanto el objetivo final y universal es la promoción de hábitos alimentarios saludables.
Además del tratamiento dietético para mejorar ciertas patologías, alergias e intolerancias alimentarias.